lunes, 31 de diciembre de 2018

Héctor Timerman

Héctor y Pablo

30 de diciembre de 2018, Héctor Timerman nos deja, afectado de un cáncer. Aceleraron su partida la crueldad y codicia de los capitales buitres, y de sus servidores que hoy gobiernan Argentina, al impedirle viajar a Estados Unidos a continuar su tratamiento. Nunca perdonaron los enemigos de su Patria, el coraje de defender la soberanía de su pueblo en Naciones Unidas. En esa oportunidad, septiembre de 2014, consiguió con su habilidad diplomática, siendo Ministro de Relaciones exteriores, una resolución del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas que “condena a los fondos buitres y ordena realizar una investigación sobre sus actividades y sus consecuencias”. Fiel a su amor a la Patria, continúa, por indicaciones del gobierno argentino de aquel entonces, la ofensiva diplomática contra los fondos buitres, logrando en septiembre de 2015 que la Organización de Naciones Unidas en pleno, apruebe una resolución que establece “nueve principios para la reestructuración de deudas soberanas”, iniciativa impulsada por la Argentina. El texto presentado por Sudáfrica en nombre del G-77 y China fue aprobado por 136 votos a favor, seis en contra (Estados Unidos, el Reino Unido, Alemania, Canadá, Japón e Israel) y 41 abstenciones. Esta victoria diplomática, inédita en la historia financiera mundial, conduce a profundizar aún más una política de nuevos golpes de estado iniciada en Honduras en el 2009. Política en la que confluyen el Departamento de Estado, el Sistema Financiero Internacional y los medios concentrados de comunicación, es decir, se articulan los mecanismos de la fuerza represiva garante del orden capitalista, la persuasión de comprar voluntades políticas y vasallos locales, junto con la desinformación y la mentira.
El 10 de diciembre de 2015 llegan al gobierno argentino los vasallos de los buitres y el capital financiero que compraron por centavos de dólares los bonos de la deuda argentina. Ya en el poder, los vasallos pagan a sus señores rentabilidades cercanas al 2000 por ciento. Argentina retorna así a la dependencia y su pueblo a la miseria planificada. Vuelve la represión de las fuerzas de seguridad contra lo que consideran su enemigo interno: el Pueblo Trabajador y los Patriotas que extendieron derechos después del argentinazo del 2001.
La muerte de Héctor Timerman, al igual que la de Pablo Neruda, por cáncer, fue ACELERADA. Todos, tarde o temprano, vamos a morir. En febrero de 1973, por razones de salud el poeta renuncia a su cargo de embajador en Francia. El 11 de septiembre se produce el golpe cívico militar en Chile, y la salud de Neruda se agrava. El 19 es trasladado de urgencia desde su casa de Isla Negra a una clínica en Santiago, donde muere el 23. En el año 2011 de acuerdo a declaraciones del asistente del poeta, éste habría sido asesinado en la clínica por medio de una inyección letal.
Cáncer o asesinato, cáncer o negar seguir un tratamiento. En ambos casos Héctor y Pablo son víctimas del capital financiero y sus vasallos locales. Víctimas de la codicia de unos pocos que disfrutan de la miseria colectiva. ¡Cuánta razón tenía Tomas Moro en Utopía!

María Beatriz