miércoles, 26 de noviembre de 2014

Un Filósofo de lo cotidiano

IMAGEN DE UN CERRO DE VALPARAÍSO
La Cátedra Libre Salvador Allende lamenta la partida de Humberto Giannini y destaca su dedicación a la formación de estudiantes y su incansable lucha por la educación pública de Chile.

Nació en 1927, en San Bernardo, pero creció en Valparaíso, ciudad que siempre añoró. “Emigré a los 20 años de Valparaíso, y traigo la sensación de libertad al caminar, al bajar los cerros, al subirlos a pie, al andar por la calle, saludarme con la gente. Todo eso hace un mundo. Valparaíso es una ciudad que invita a recordarla, no puedo olvidarla”, dijo recientemente en una entrevista publicada por la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones de la Universidad de Chile.

Quien es considerado como uno de los filósofos más influyentes de Chile, vio marcada su formación secundaria en Playa Ancha y sus problemas de disciplina. Siendo todavía adolescente ingresó a la Marina, donde permaneció dos años y tras finalizar sus estudios en un liceo nocturno, decidió trasladarse a Santiago para estudiar Pedagogía en Filosofía en la Universidad de Chile. Egresó en 1960 con el título de Profesor de Estado en Filosofía, no obstante, su carrera docente en esta casa de estudios comenzó en 1958, ocupando el cargo de Ayudante en el Curso de Introducción a la Filosofía. A partir de entonces dictó numerosos cursos regulares y seminarios en pregrado, magistratura y doctorado en universidades nacionales y extranjeras.

Filósofo de lo cotidiano

A su formación de pregrado el Profesor Giannini sumó estudios de Hermenéutica y Filosofía de la Religión, en la Universidad de Roma, donde preparó su tesis de grado en el tema de Metafísica del Lenguaje.

Entre las muchas distinciones que recibió durante su vida se encuentran el Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales 1999, Doctor Honoris Causa de la Universidad de París, Director de la Cátedra Unesco en nuestro país, miembro de número de la Academia Chilena de la Lengua, Profesor Emérito de la Universidad de Chile en 2012, y Premio Altazor de Ensayo 2009 por su obra “La metafísica eres tú”.

Su carrera académica fue prolífica en cuanto a publicaciones, entre sus obras se incluyen Reflexiones acerca de la convivencia humana (1965), Desde las palabras (1981), Del bien que se espera y del bien que se debe (1997), y Breve Historia de la Filosofía, (1985), entre otras.

El Profesor Giannini se especializó en la fenomenología de la cotidianeidad e hizo suyos conceptos como la tolerancia, la convivencia comunicativa, la reflexión diaria, la condición humana de pasante, las rutinas, los periplos, las pausas y las conversaciones.

Educación pública y política

En 2013 el Profesor Giannini fue convocado por las máximas autoridades de la U. de Chile para participar del acto en conmemoración de los 40 años del Golpe Militar.

“Pedir perdón implica abandonar justificaciones, implica autoconfesión (…) Por el momento sólo tenemos el ‘nunca más’ que toca muy fuertemente a la Universidad de Chile, pero falta el perdón”, argumentó el Premio Nacional de Humanidades y Cs. Sociales en su intervención, marcada por el relato de aquel 11 de septiembre que él vivió como académico en el Pedagógico de la Universidad.

En la última entrevista publicada del Profesor Giannini en la Revista El Paracaídas de la Universidad de Chile, recordó sobre esa época, “yo no tenía una determinada posición política; clara, digamos. Pero sí todos mis amigos eran de izquierda, muchos de ellos tuvieron que irse de Chile o murieron en el camino. Pero yo antes de la Junta no tenía una posición política, lo que quería era estudiar filosofía. La filosofía tiene muchos rumbos, y el mío no era la política. Era la reflexión, no la acción, todavía”.

La Dictadura no solo transformó a la U. de Chile, también al filósofo, quien en la misma entrevista describe que el Golpe lo cambió radicalmente y lo llevó tomar una posición muy clara: “Anti gobiernista, anti dictadura”.


Junto a la democracia, la educación pública fue otro de los grandes temas que lo movilizaron durante su vida. “La gratuidad es un derecho de nacimiento. Nadie nos llamó a existir en la vida, llegamos simplemente todas y todos. Y los pobres y los ricos llegan a la vida igual, pero llegar a la vida significa una obligación de la sociedad”, aseguró en entrevista con El Paracaídas el filósofo, que tras 60 años de labor educativa en esta casa de estudios dijo, “la Universidad de Chile es mi segunda casa”.
(gentileza del CIUDADANO) 
catedralibreallende@gmail.com

martes, 11 de noviembre de 2014

¡Qué puedo decir de Lautaro Labbé!



¡Qué puedo decir de Lautaro Labbé*!
Qué no podre acompañarlo, en esta despedida, porque los quehaceres del destino me encuentran fuera de Santiago. Pero, y lo que es más importante, tener en la memoria su presencia inquebrantable en la lucha contra la dictadura, donde compartimos juntos a otros compañeros y compañeras la pasión por una sociedad libre, justa y solidaria que llamamos socialismo.
¡Qué puedo decir de Lautaro! Qué no se vendió por dos y más monedas verdes que llevan muchos ceros  y por eso nos llaman fracasados, como señalas en tu libro autobiográfico “Una vida, memorias de un fracasado”. Su arte colectivo se plasma en ese concepto Andinoamericano que es la columna vertebral de Nuestra América.
¡Qué puedo decir de Lautaro¡ Qué llevo su creación colectiva junto a varias decenas de estudiantes jóvenes universitarios chilenos  que venían de allende los andes al Cerro Rico de Potosí un año 1992, mes de octubre, cuando decíamos NO A LOS 500 AÑOS DEL ECUBRIMIENTO Y ETNOCIDIO DE AMÉRICA. Nos encontramos ahí con jóvenes bolivianos y potosinos que nos reciben con el amor incondicional de su historia, también nos acompañan brasileños, europeos, argentinos de las diferentes provincias unidas del río de la plata: Misiones, Jujuy, Entre Ríos, Santa Fe, Mendoza, Córdoba, Tucumán, Buenos Aires, Neuquén, Salta, Río Negro, etc. y por cierto de la tierra Uruguaya de Artigas. En ese andar estaba Lautaro, junto a tres valientes Madres de Plaza de Mayo que nos acompañaron a escalar el CERRO RICO de Potosí, donde plantamos la Whipala, junto a otras banderas de Nuestra América.
¡Qué puedo decir de Lautaro! Qué en ese encuentro en el Paraninfo Universitario de la Universidad Tomás Frías de Potosí celebramos la Primera Conferencia de los Pueblos por su Descolonización y la paz. En medio del público se encontraba, recuerdo, un dirigente cocalero, Evo Morales del Chapare, que planteaba la necesidad de un tribunal de justicia de los pueblos por el ataque brutal a la madre tierra del sistema mundo capitalista; idea fuerza que se articulaba con el concepto Andinoamericano.
¡Qué puedo decir de Lautaro! Qué en 1993 viaja a Santa Catarina, Brasil; donde vuelven a reencontrarse algunos de los participantes de Potosí 92. Llega la democracia a Chile, pero en realidad nada cambia, el tirano continua siendo el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, la Constitución hecha a cuatro paredes en 1980 por el tirano, es el marco institucional. Somos unos fracasados.
¡Qué puedo decir de Lautaro! Qué nos encontramos en el año 2000, terminando el milenio y comenzando el nuevo, en el mismo vuelo de Lufthansa; el viaja a Frankfurt y otros lugares de Europa a llevar su arte colectivo. En ese viaje con huinchas de acero conseguidas en Suecia, construye formas escultóricas, desplegando y armando las huinchas en formas distintas, involucrando la participación de las personas y definiendo de esta forma su idea del arte colectivo o acción de arte.
¡Qué puedo decir de Lautaro! Un verano de 2008, almorzamos, me muestra y regala su libro autobiográfico: Una vida, memorias de un fracasado. En el prólogo del libro se autodenomina como “Magíster en Fracasología Existencial”,  y continúa “fracase usted, o de cómo evitar el éxito en la vida”. El fracaso, según Lautaro Labbé, es haber sido siempre “consecuente consigo mismo”. En el libro cuenta que cuando cumplió 50, un hermano, que apoyaba a los militares durante la dictadura, le sacó en cara: “A los 50 años sigues pensando las mismas cosas que a los 14 años. ¡Eres un fracasado, un inmaduro y un niño!”.  
Pienso al igual que Lautaro, que el éxito es la plena realización del ser, que la sociedad capitalista lo considera un fracaso. En cambio el más absoluto fracaso qué es la pérdida de sí mismo y la absoluta alienación, es considerada por esa misma sociedad como un éxito.
Te vuelvo a repetir hoy compañero y camarada como ese día: el éxito no existe, el fracaso nuestro es atrevernos a vivir plenamente.
Hasta siempre compañero, camarada y hermano

Salvador, economista libertario

* Lautaro Labbé, escultor. Director del Museo de Arte Contemporáneo (MAC), durante el gobierno de Salvador Allende.
catedralibreallende@gmail.com 

lunes, 3 de noviembre de 2014

Embajadora de Ecuador en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA


Ciclo de conferencias:

Modelos de desarrollo en América Latina



En este Segundo encuentro participará la Embajadora del Ecuador en Argentina y ex Ministra de Educación, Profesora Gloria Vidal Illingworth, que expondrá sobre “Educación: políticas educativas y desarrollo” refiriéndose al caso de Ecuador.

Compartirán la mesa con ella, la profesora Marta Tenewicki y el profesor José Salvador Cárcamo que se referirán a las nuevas teorías del desarrollo en sus aspectos ambientales y distributivos.

Organizan la Cátedra Tenewicki de Elementos de Economía y Concepciones del Desarrollo de la Carrera de Ciencias de la Comunicación y la Cátedra Libre Salvador Allende.




La cita es este martes 4 de noviembre a las 19 horas en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA), en la sede Santiago del Estero 1029, aula 307, tercer piso.
catedralibreallende@gmail.com