domingo, 20 de julio de 2008

SEGUNDO ENCUENTRO DE LA CÁTEDRA LIBRE SALVADOR ALLENDE


Este viernes 25 de Julio a las 19 hs en la sede de Parque Centenario de la Facultad de Sociales de la UBA (franklin 54), en el auditorio Roberto Carri, nos encontraremos en el segundo encuentro de la Cátedra Libre Salvador Allende.


En esta oportunidad nos proponemos discutir El rol de la Mujer en Chile y Argentina durante la década del 70. Para introducir el debate a ls 19 hs presentaremos el documental 'Buscando a Allende' de Carlos Pronzato.
luego participaran del panel de la charla:
- Abuelas de Plaza de Mayo (una representante).
- María Lujan Piñeyro, vicepresidente de la APDH de San Rafael-Mendoza.
- Carlos Pronzato, documentalista y cineasta argentino


Para terminar, tocará el poeta y cantante Pablo Merletti.


Los esperamos para seguir construyendo un espacio de reflexión y debate en torno a la realidad latinoamericana.

Comisión Organizadora de

La Cátedra Libre Salvador Allende




Delia Pardo del comité argentino por los cinco

Rene González, héroe de la república de Cuba, por el Centenario de Salvador Allende
En la foto en el batizo de su hija menor

Amigos de la Cátedra Libre Salvador ALLENDE, me complace reenviarles las sentidas palabras que René GONZALEZ, uno de los cinco rehenes del imperio, acaba de dedicar al preclaro Presidente. Los
diez años de cárcel que René cumplirá el 12-9 no le impiden involucrarse en la historia y la actualidad de nuestra azotada América. Y dice desde las entrañas del monstruo, como Martí calificaba a EEUU:

Queridos compañeros:

Ante el centenario del inolvidable Presidente Allende, lo más puro y progresista de la humanidad celebrará la vida de uno de los hombres más consecuentes de América.

No sería poco probable que también se escuchen loas entre los cómplices de sus victimarios. Pasado el peligro de su ejemplo vivo, es menester sepultar el ejemplo que fue su heroica muerte; convertir en desesperado suicida al arrojado combatiente caído en combate; trivializar los principios y las ideas cuya defensa hizo decretar su artero asesinato. Vueltas las cosas a la normalidad, ya podemos retornar al juego democrático siempre que nos aseguremos de que tenga mucho de juego, y nada de democrático.

La disyuntiva que enfrentó Allende, y que le costó la vida, es todavía una asignatura pendiente en Nuestra América. La democracia para nuestros pueblos aun enfrenta la penosa pendiente de concentración de poder económico, la abrumadora manipulación de los medios, la atomización social y los grupos de violencia irregulares. Vencidos esos obstáculos, como en el Chile de 1973, el privilegio siempre puede acudir al cambio de las reglas. El abril venezolano o los actuales intentos por desmembrar a Bolivia son un doloroso recordatorio.

Salvador Allende fue tan consecuente con sus principios, que defendió en desigual combate su concepción de un cambio cívico, dejando en ello su preciosa y fecunda existencia.

Rescatar y defender su legado, divulgar su vida y sus ideas, comprometernos en la redención de los pobres de Nuestra América y del mundo y luchar contra el imperio -madre de todas las injusticias- siempre alertas; es la única forma de ser consecuentes con la memoria del Presidente Allende.

!Hasta la Victoria Siempre!

René González

sábado, 19 de julio de 2008

Aporte de Antonio Fernández

Me ha parecido una iniciativa loable la que han realizado, que se ha materializado en la Cátedra libre Salvador Allende, de la Universidad de Buenos Aires en la Facultad de Ciencias Sociales. De hecho, considérenme un alumno más, desde lejos, allende los andes. Y por lo mismo, con la fe en nuestros destinos comunes de pueblos americanos, reciban con afecto un texto simple, motivado por una fotografía de Salvador Allende, siendo yo un adolescente y estando ahí presente. Es un trozo de mi vida, de la de tantos, la de muchos que como Allende, pagaron con su vida la lealtad al pueblo. Hay nuevos vientos en nuestra amada América. Eso, gracias a la perseverancia, la convicción, la coherencia histórica de muchos, no de todos, pero de muchos anónimos, hombres y mujeres que hacen humanidad y esperanza, lucha y alegría cotidianamente.

Un saludo fraterno para la cátedra y todos sus participantes

'SEÑALES DE AYER'

Allende: es allá donde, allá lejos, entre mar y cordillera, en el sendero interminable de Chile, hacia la terra australis incógnita. No fue el camino de una vanguardia, de un puñado de hombres y mujeres en un momento de la historia: Fue un proceso, lento, difícil, incierto, pero rebasante de fronteras, con generaciones, niños, hombres, mujeres, ancianos... trabajadores, indígenas. Yo tenía cinco años, y en Tropezón; Mapocho esquina JJ Pérez en Quinta Normal, (Santiago de Chile); un grupo de amigos de la pareja de mi madre, (Padre de mi hermana menor), el Antonio Castro, entre los que destacaba el zapatero del barrio, el chico Díaz; cuyo taller era la escuela política del barrio, en un camión del año 38 (un viejo ford), apoyaron un miting donde hablaría Allende, también Neruda. Yo cantaría... y subí a hacerlo, como lo hacíamos en la familia, pero solo. Al terminar y recibir aplausos (supongo por la edad) comencé a bajar la improvisada escalera de madera. Un hombre de gruesos lentes y bigote blanco me recibió con un beso en la mejilla, otro de joquey me acarició el pelo. Anunciaron al Compañero Neruda... , era el de joquey. Más tarde habló Allende. Era el de los gruesos bigotes. Que ahora me miraba... vería un niño, pálido y flaco '...la semilla que sembramos...’. Era 1964. Perdimos, en mi casa todos lloramos. Entré a la educación primaria. Ahí, el año 70 mandaron llamar a mi Mamá de la escuela 192 de Quinta Normal: Donde había un grupo, reclamó el Director, estaba Fernández agitando y hablando a favor de Allende, de un supuesto futuro gobierno de los pobres, de los trabajadores. Estaba prohibido andar pegando adhesivos (con goma líquida) con una X que decía en tricolor Vote X Allende. ¿porque haces esto? me preguntó ingenuo el Director 'porque soy pobre, soy hijo de un obrero ferroviario, respondí. En el pasillo, el profesor Jefe (Jorge Guerra[1], llamado igual que el Pin Pon, que también era de la UP) me dijo: ¡Fernández, yo también soy Allendista! y me entró a la clase. Fui el mejor alumno de historia de ahí en adelante. Cuando ganamos, mi hermano, Pancho me llevó a la Alameda, en la UTE donde nos juntamos con los estudiantes. Caminamos la Alameda de noche: Por primera vez fui una persona aromando las calles, persiguiendo un destino. Frente a la FECH Allende habló. Precioso, estremecedor... pero sólo se habían abierto las puertas, el camino sería largo, sinuoso y golpista. El inicio se hizo próximo a los postulados de Radomiro Tomic, por un similar Programa de Gobierno... pero eso duró poco. El aprendizaje se pagó carísimo. Muchos cristianos sin embargo postularon al socialismo desde la fe. Terminaba mi niñez.

En febrero del 73', convencí a dos compañeros de ir a los trabajos voluntarios; había demorado, previamente, dos meses en convencer a mi Mamá. El Chino Orellana y Jhonny Lagos, sin embargo fueron destinados a Lautaro, a mi me tocó Hualpín, con el Coné, (Eugenio, se llamaba, pero parafraseando a Condorito, le puse Coné). Cruzamos el Toltén en barcaza, y estuvimos todo un mes en el estanco del trigo cosechándolo y defendiéndolo a balazos (22 calibre corto) de los golpistas que entraban a quemarlo 'Asentamiento Comienza la lucha' en Pitrufquén. En los últimos días antes de volver a Santiago salimos pintar muros por la Unidad Popular. A la madrugada nos detuvo la policía. Nos llevaron a una comisaría, hasta donde llegó un regidor a liberarnos. Nos llevó a una escuela, donde desayunamos. Amanecimos al mediodía, nos quedamos, hasta que desde el Asentamiento llegó el camión color verde de la CORA, (Corporación de la Reforma Agraria); un FIAT color verde, con el resto de los voluntarios. Nos agregamos y marchamos. Ahí presidiendo el miting, estaba Allende. Éramos un pequeño grupo, que no superábamos los 15 años: niños/adolescentes. Nos detuvimos frente al locutor que nos dijo: Reciban el saludo del compañero Presidente, jóvenes, futuro de la Patria. Nos miró alzo su mano y fue la última vez que lo vi cerca.

Son varios tiempos, muchas generaciones, todo un pueblo. Lo que destruyeron en Chile no fue un gobierno: Sino un proceso de décadas... años. Pero la historia fluye, vuelve, retorna. En nuestro ADN Allende está porque con el somos y el es en nosotros. Está entre los grandes que nos dan sentido de Patria, de pueblo, de sociedad; con Gladys Marín, Tomic y Leighton, Clotario Blest, Alberto Hurtado, Raúl Silva Henríquez., Víctor Jara, Violeta Parra, .. Hoy los nuevos traen ese tiempo de rebasar los límites, las fronteras de la estrecha y burda política, de la cultura cínica, de la política por y para unos pocos, y de los espacios sociales restringidos. Aparecen generaciones dispuestas a superar la historia, abriendo DE VERDAD LAS GRANDES ALAMEDAS. Eso supera a la actual concertación... pero requiere de los jóvenes, los no inscritos, nuevos movimientos... nuevos partidos...nuevos frentes, referentes, minorías mayoritarias, más amplias e inclusivas. Allende, allá donde, donde nos lleve la historia.

ANTONIO FERNANDEZ RIVAS
antofdez@gmail.com
MIEMBRO DE SIMAAS
(Sistema de Integración Municipios de América Área Sur)
CAPÍTULO CHILENO
[1] Actor que populariza a un muñeco para educar a los niños a través del juego y la fantasía; estuvo en la televisión chilena desde 1965 a 1974 año en el cual es despedido y se exilia

martes, 15 de julio de 2008

Una contribución de Karen a la Cátedra Libre Salvador Allende

Allende, la epifanía de un siglo

Karen Hermosilla
Punto Final, junio 2008

Luego de evocar el haiku: "Es una lástima cortarla, es una lástima dejarla. Ah, esta violeta", pienso en Salvador Allende. La historia no soportó el influjo renovador de un hombre como Allende. De alguna forma le quedaba grande a un país caracterizado por líderes tradicionales y, a lo más, reformistas. Como esta violeta, superó los racionamientos sistémicos con su elocuente belleza, desesperando a los que, cuajados en la figura de un patrón de fundo, despojaron a la patria al rechazar la invitación que él hiciera a construir un Chile soberano y libre. Se trocó la vida por la negación y el luto: la ausencia de espacio; un negro habitar sin paisajes ni gestos comunes.

Sin embargo, Allende y la juventud, entendida como lo nuevo, están irremediablemente unidas. Su pensamiento ágil y dinámico confió en la pulsión vital que regenerará siempre las fermentadas estructuras.

Las protestas que hoy por hoy realizan los estudiantes chilenos en oposición a las sistematizaciones legalistas que consagran al lucro y la acumulación como derechos inalienables, la dicotomía social que implican y el miedo y sometimiento al poder económico-policial que detentan los beneficiados con estas leyes de juego perverso, concuerdan con la esencia del ideario patriótico del Compañero Presidente, desplegado cada uno de sus discursos, en especial el que hace con respecto a la legalidad del gobierno de la Unidad Popular: "Protestamos contra una ordenación legal cuyos postulados reflejan un régimen social opresor. Nuestra normativa jurídica, las técnicas ordenadoras de las relaciones sociales entre chilenos responden hoy a las exigencias del sistema capitalista".

Privatización sistemática y continua de la educación, amparo absoluto a la flexibilidad laboral, rebaja en la responsabilidad penal, prohibición de fármacos para la seguridad sexual en los servicios de salud pública, corrupción en los programas de generación de empleo, condiciones infrahumanas en las cárceles del Sename, persecución a activistas y minorías étnicas, conscripción femenina, control de identidad y detención por sospecha, son solo algunas de las fórmulas que tiene el estado para aplacar el influjo y empoderamiento de la juventud, propiciando el desencuentro entre generaciones y la dominación de las ideas rancias que sostienen el status quo. La misma decrepitud y agusanamiento que triunfó frente al pueblo en 1973 es la que gracias a la Constitución pinochetista nos sojuzga ahora, utilizando lo que en resumidas cuentas es su única potestad: la muerte.

Paradojalmente, la muerte es un estado perpetuo y trascendente, tal como lo es en el imaginario nacional la figura del Presidente Allende.

A 100 años de su nacimiento, justamente la mitad de la historia de una República que apenas traza un par de siglos, Allende sigue haciendo su promesa. Se encuentra pendiente, a pesar de estar capturado en un sarcástico futuro de Alamedas polutas e intoxicadas de jóvenes rabiosos, usurpados en sus derechos y violentados por las plataformas de poder. Y es por esta misma realidad aciaga, que Allende vive en cada voz que se alza para cambiar un estado capitalista, gobernado por los mismos personajes que desde siempre han engañado al pueblo con el rictus de quien no quiebra un huevo y con las manos, supuestamente, higienizadas por la democracia.

Pago mis necesidades básicas a precio de mercado con billetes iconografiados con rostros próceres, transito por calles y avenidas de nombres rimbombantes aprendidos en aulas de pupitres mohosos, fustigados y chatos con el peso de una historia mediocre a no ser por Salvador Allende, un hombre con miles de soles encandilantes en su interior que iluminaron confiados a las nuevas generaciones. Allende les dijo "A aquellos que han vivido siempre pegados a una moral caduca y vieja, sin juventud moral: en esta juventud, en esta juventud que repleta el Estadio, que es la juventud revolucionaria de Chile, hay una nueva moral".

Cuando el marketing institucional posiciona al bicentenario como un hito en la construcción de la República, pienso si los ciudadanos históricos de la patria de Allende, si esos jóvenes de ayer, portadores de una nueva moral, recuerdan lo que yo sin recordar recuerdo. ¿Por qué los falsos líderes, muchos usufructuadotes de los valores más importantes del pueblo chileno han recubierto al estado de derecho con una espesa telaraña? ¿Por qué todos hemos consentido como huésped a la amnesia? ¿Por qué sólo es viable recordar el dolor y la trágica visión de la derrota?

Allende no es puramente una muerte trágica o un icono pop de un partido travestido, encarna el sentimiento más próximo a la verdadera patria joven, a la patria anhelante que aguarda en cada uno de nosotros.

¡Celebremos el centenario del natalicio de Salvador Allende como una oportunidad al retorno¡ Hagamos de Allende la epifanía de un siglo.

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