No en nombre de Allende ni del Socialismo
Pablo Sepúlveda Allende*
Inaceptables y dolorosas son las
declaraciones de la Presidenta del Partido Socialista de Chile en contra de la
condena de Leopoldo López, dirigente opositor declarado culpable por incitación
a la violencia y otros delitos enmarcados en un plan declaradamente sedicioso
llamado “La Salida” (1) que condujo a una fuerte ola de violencia callejera de
tendencia fascista que duró varios meses y que costó la vida de 43 seres
humanos además de millonarias pérdidas materiales. Declaraciones tan desafortunadas como desinformadas en que
la Senadora, hija de Salvador Allende, dice: “no logro entender que un opositor
que haga una acción que no tiene ninguna violencia, que manifiesta su opinión
crítica a un gobierno pueda ser encarcelado”.
¿Cómo leer, cómo entender dichas afirmaciones teniendo en cuenta la
historia reciente de Chile, su historia personal y nuestra propia historia
familiar? Historia que fue marcada justamente por este tipo de violencia
desenfrenada y llena de odio.
El condenado dirigente político Leopoldo
López hizo un llamado abierto y público, claramente dirigido a la insurrección,
“al alzamiento”, a “permanecer en las calles hasta lograr la salida del
gobierno”, “hasta que logremos sacar a quienes nos están gobernando”; que como
decíamos condujo a unos meses de violencia política que buscaba el
derrocamiento de un gobierno legítimo y con gran apoyo ciudadano, como decir
que la acción premeditada del sedicioso plan “La Salida” es “una acción que no
tiene ninguna violencia”, que solo “manifiesta su opinión crítica a un
gobierno”. Peor aún, cómo calificar a López
“preso de conciencia” cuando además de lo referido fue uno de los
protagonistas más visibles y violentos de la represión del régimen golpista que
derrocó por 48 horas a Hugo Chávez el año 2002. ¿Por qué hacer semejantes y
desafortunadas declaraciones, tan reduccionistas, tan desinformadas, tan doble
estándar? “A nombre personal” y “como Presidenta del Partido Socialista de
Chile” sabiendo perfectamente que quien habla es la hija de Salvador Allende.
¿Por qué hablar de Leopoldo López y callar sobre los múltiples crímenes y
atrocidades que se cometen a diario en nombre de la supuesta lucha
antiterrorista, la democracia y la libertad?
Creo que hay respuestas más de fondo y que tienen que ver con lo ideológico, sobre
conceptos sobre el Socialismo y el Neoliberalismo, etc… pero en este caso sobre
todo se evidencia un doble estándar cuando se habla de Democracia y Derechos Humanos,
cuando hay una valoración y un juicio condenatorio a priori al hablar de estos
temas en los casos de Venezuela y Cuba, y
cuando por otro lado no se dice nada, no se señala, no se condenan, por
ejemplo, los crímenes de lesa humanidad cometidos por el Estado de Israel
contra el Pueblo Palestino, las fosas comunes del Uribismo en Colombia, las
torturas en la cárcel de Guantánamo, la terrible desaparición de 43 estudiantes
normalistas en México hace un año!…, por qué el silencio ante los Presos
Políticos Mapuche, el asedio y represión brutal a las Comunidades Mapuche por
parte del gobierno que representa? O
simplemente las guerras genocidas promovidas y auspiciadas por el gobierno de
los EEUU en el mundo, etc… ahí no hay denuncias, solo hay silencio.
Por otro lado está lo pragmático de la política,
el desviar la atención de los problemas internos; cuando el gobierno de Chile
está pasando sus peores momentos en términos de legitimidad ante la ciudadanía,
cuando la clase política está valorada de forma tan negativa, cuando los
escándalos de la corrupción estructural de la política en Chile (si, de ese
Chile supuestamente tan incorruptible)
salen a la luz. La llamamos corrupción estructural e inmoral (y de
cierta forma hasta “legalizada” en la actual Constitución heredada de
Pinochet), porque ahora se sabe hasta qué niveles se ha prostituido la política
ante el poder económico de las grandes empresas, de las familias más
poderosas, de las grandes fortunas
económicas que financian las campañas de los políticos en todos los niveles y
en casi todos los sectores y casi a todos los partidos políticos.
Pero lo peor y más inmoral, es cuando
empresas expoliadas y enajenadas al Estado chileno durante la dictadura
pinochetista, empresas estratégicas que fueron entregadas, por ejemplo al
entonces yerno de Augusto Pinochet, Julio Ponce Lerou, y quien a través de la
empresa Sociedad Química Minera de Chile (SOQUIMICH) aparece entregando
millonarias sumas de dinero a campañas de políticos de los partidos del actual
gobierno, incluyendo gente del Partido
Socialista, el mismo partido que fundara Salvador Allende, gente como el
senador Fulvio Rossi (que incluso se entrevistó con Enrique Capriles en su
última visita a Chile) quien ha sido llamado a declarar por boletas facturadas
a la empresa controlada por el ex yerno de Augusto Pinochet; asimismo con
Milton Lee Guerrero, ex tesorero del Partido Socialista. Por otro lado esta
gente como Enrique Correa, importante dirigente político durante el Gobierno de
la Unidad Popular y que ahora es importante lobbysta de la Consultora
Imaginacción que le ha hecho asesorías a SOQUIMICH, al grupo Penta y al grupo
Luksic, todos grupos económicos financistas de la política chilena y que además
en absoluta incoherencia ideológica y ética, es Vice-Presidente de la Fundación
Salvador Allende….
Por último, no se puede dejar de comentar
sobre las declaraciones de Felipe González, para quien “Pinochet respetaba
mucho más los derechos humanos que Maduro”, opiniones como estas son un real
insulto a los derechos humanos y a la historia, un insulto a las millones de
víctimas de las dictaduras latinoamericanas. Estas declaraciones se enmarcan en
la misma campaña internacional contra Venezuela, de la cual desafortunadamente
se ha hecho eco la senadora Isabel Allende. Esto no es casualidad porque el
señor Felipe González y el PSOE son el
referente ideológico del Partido Socialista de Chile de pos-dictadura.
Cabe preguntarle a la dirección del Partido Socialista de Chile, que sufrió en
carne propia los horrores y las atrocidades de la dictadura pinochetista, si
está de acuerdo con que semejante camaleón político, que con estas
declaraciones mostró sin vergüenza su falta total de ética, siga siendo su
mentor político.
(1)
El plan ‘La Salida’ derivo directamente en las protestas violentas, las llamadas
“guarimbas”, que azotaron viarias ciudades de Venezuela durante más de dos
meses donde el odio político se apodero de sectores importantes de la
oposición, solo con mencionar que en muchos sectores sociales donde se
realizaban las ‘guarimbas’, en postes y semáforos se colgaban del cuello a
muñecos vestidos de rojo, en alusión a los simpatizantes del chavismo, también
hubo mucho hostigamiento y amenaza a las familias que reconocían como
simpatizantes del gobierno en los sectores donde predomina la oposición y donde
se realizaban las ‘guarimbas’, por lo demás sectores siempre de clase media
alta o alta.
*Pablo
Sepúlveda Allende es médico y es nieto del Presidente Salvador Allende.
catedralibreallende@gmail.com
1 comentario:
Leído y difundido.
Saludos cordiales desde Chile.
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