El golpe contra Venezuela en el Mercosur es
parte de un proceso conocido como golpe blando, que se inicia en el año 2009
con un golpe de la Corte Suprema al presidente de Honduras, Manuel Zelaya, luego
del cual es expulsado de su país. Prosigue en el 2012 en Paraguay con la
destitución del presidente Fernando Lugo con un juicio político sin pruebas,
violando su derecho de defensa. Estos intentos de desestabilización se han realizado
en forma continua en Bolivia, Ecuador y Venezuela, donde han fracasado
reiteradamente, por la resistencia, conciencia y organización de su población. En
Argentina por orden judicial, Cristina Fernández
de Kirchner es obligada a dejar su gobierno 12 horas antes, a las cero horas
del 10 de diciembre, y en ese lapso asume como presidente provisional el presidente
del Senado, quién finalmente entrega la banda presidencial al nuevo titular del
Poder ejecutivo nacional (PEN), que modifica la fórmula de juramento
establecida en el artículo 93 de la Constitución Nacional Argentina eliminando
la palabra patriotismo. Inmediatamente comienza a aplicarse una política de
shock económico, político y mediático, impulsada por los holdouts -la fracción
más rapaz del capital financiero, responsable de las crisis financieras de este
siglo- y la eliminación por decreto de la ley 26.522 de servicios de
comunicación audiovisual. De esta manera se conjugan dos poderes, el financiero
y el de los medios de comunicación, de tal manera de sojuzgar la soberanía
popular por medio de políticas de miseria que van contra ese mismo pueblo. Esta
ofensiva de restauración neoliberal sigue en agosto del 2016 en Brasil con el
golpe parlamentario contra Dilma
Rousseff.
Lo que ocurrió este 14 de diciembre es
escandaloso, se consuma un golpe contra Venezuela en el Mercosur, arrebatándole
la presidencia pro tempore, que rota entre los integrantes del Mercosur cada
seis meses. Para esto se utilizan argumentos de “apariencia técnica”. A las 11:30
de la mañana la canciller de Venezuela Delcy Rodríguez, acompañada por su
colega boliviano David Choquehuanca, llega al edificio donde funcionan las
oficinas de la Cancillería Argentina, en Esmeralda y Arenales, donde había una
concurrida asistencia de movimientos sociales en apoyo a Venezuela entre los
que destacaba el círculo bolivariano argentino. Ante el anuncio de
manifestaciones solidarias con Venezuela el Gobierno había montado un fuerte
dispositivo de seguridad. El diputado Guillermo Carmona vicepresidente de la
comisión de relaciones exteriores de la cámara de diputados, el Canciller Choquehuanca
y el embajador de Venezuela Carlos Martínez Mendoza debieron gritarle a policías
y funcionarios de la cancillería argentina que frenases los empujones y ataques
a la Canciller Venezolana Delcy
Rodríguez, quién recibió un golpe muy fuerte pese a los intentos de protegerla.
También se encontraba Ariel Basteiro - vicepresidente del partido Nuevo
encuentro y ex embajador argentino en Bolivia- quién quedo afuera del recinto. Finalmente
se logro traspasar el cordón policial y pudieron cruzar los cancilleres
acompañados de Carmona y el embajador venezolano. Ya dentro del patio del
Palacio San Martín se produce un diálogo entre la canciller venezolana y un funcionario
de la Cancillería Argentina. “Ustedes
son golpistas”, narró Carmona que dijo Rodríguez.
“Sí, señora, somos golpistas, pero usted acá no puede entrar”, dijo el
funcionario. Con decisión la canciller de la Patria Venezolana avanza con El canciller
del Estado Plurinacional de Bolivia e ingresan a un salón donde estaban todas
las banderas de los países del Mercosur.
Cuando llevaban unos minutos esperando, Rodríguez y Choquehuanca ven con
asombro que empleados del Ministerio de Relaciones Exteriores comenzaban a llevarse
las banderas, hasta dejar la sala vacía.
El
embajador venezolano repudió los golpes contra su ministra y afirmó que “se
trata de una nueva muestra de intolerancia política ante la República
Bolivariana de Venezuela, con la gravedad añadida de que la propia canciller
fue golpeada y debió recibir atención médica” y agrega “Venezuela cumplió con
el 95 por ciento del proceso de incorporación de normas del Mercosur a su
régimen legal interno, y lo hizo proporcionalmente más rápido que los otros
cuatro países, porque se adecuó en solo cuatro años, lo cual muestra la
voluntad de integración”.
La Cátedra Libre Salvador Allende acompañó a
los cancilleres de la dignidad de Nuestra América contra la entrega de la
Patria y dependencia económica que llevan adelante los nuevos virreyes y
cipayos del imperio.
catedralibreallende@gmail.com
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