jueves, 18 de septiembre de 2008

EL PRESIDENTE MARTIR SALVADOR ALLENDE por Gastón Cornejo Senador de Bolivia

Evocando su insigne existencia a 35 años en la gloria, escribo en esta fecha de candente memoria, el nefasto 11 de septiembre.
Sus últimas palabras fueron pensamientos de fuego y de denuncia contra sus detractores y de aliento histórico, el que aún quema el alma del pueblo profundo de Chile, y ahora de Bolivia. “Pasaran otros hombres" "Se abrirán las grandes alamedas".
Desde el principio la oposición conformada por el Partido Nacional de tendencia reaccionaria efectuó una ola de acciones de obstrucción, los industriales desabastecieron los mercados, los transportistas efectuaron paros, hasta los trabajadores de las empresas estatales del cobre luego de veinte años sin movilización, empezaron una huelga indefinida en demanda salarial, los medios de comunicación atacaron y desprestigiaron sistemáticamente al gobierno, la Universidad Católica se convirtió en el centro que prohijaba reuniones de sedición con estudiantes junto a un Frente Femenino burgués para convulsionar la capital de Chile. En las clases medias se organizaron grupos de choque al estilo fascista apoyados por universitarios mediante terrorismo delictivo, violencia y bloqueos en las carreteras.
La Transnacional Telefónica del imperio, ITT; el embajador norteamericano y desde Washington, Nixon y Kissinger, enlazaron la servidumbre de empresarios y oligarcas terratenientes tramando la caída desde el momento el inicio. El Presidente no amenguó en su propósito ni fueron menores sus patrióticas decisiones.
A medio día del fatal 11 de septiembre, los generales alzados exigieron la renuncia al Presidente Allende ofreciéndole una avioneta para que escapara fuera del país. “No renunciaré” respondió, instruyó el retiro de toda su guardia civil y militar a desalojar el Palacio de la Moneda quedando 40 civiles para ofrecer resistencia. A horas 14:20 p.m. 4 aviones de guerra bombardearon desde tierra y aire una tormenta de muerte. Entonces murió el héroe y sus leales amigos.
“Siempre estaré junto a ustedes”, fueron palabras de fuego para todas las generaciones de Chile, de Bolivia y de América.
Su utopía y su triunfo, y también su caída, fueron un transcurrir de sueños: ¡He tenido un sueño! Soñó Salvador con un mundo mejor alcanzando la eternidad. Semejante sueño tiene Evo Morales enfrentando similares episodios.
Luego de la asonada golpista, sobrevino la dictadura asesina de Pinochet y sus secuaces de derecha, se propusieron terminar con la existencia de todo “comunista”. Aquello tuvo una duración de largos veinte años, la noche histórica del terror: en las dos décadas del golpe militar se asesinaron alrededor de 30 mil izquierdistas de nacionalidades múltiples, 5 mil desaparecidos y más de 10 mil heridos torturados. El Gobierno de Estados Unidos, a través de la CIA financió económicamente las actividades de violencia, el boicot de los industriales y políticos del partido opositor y dio todo el respaldo al General Pinochet.
Cuando el presidente de Bolivia Evo Morales toma la palabra con lenguaje simple de dirigente sindical profético y emite contenidos de sabiduría y de experimentada estrategia, pienso en ti, querido líder, el mío y el de todos, nuestro Salvador del sueño puro. Honor a tu historia y a tu heroísmo. Honor a tu latido de varón cumbre, a tu vibración sublime y eterna de guerrillero insigne. Recibe mi homenaje cargado de emoción y de latido.
Con seres inmortales como tú, como Fidel, como el Che, como Pablo, como Volodia, como Elías Lafferte, como Gualberto Villarroel, como Marcelo Quiroga, como Luis Espìnal, como tantos héroes de América, llegaremos al destino feliz que el espíritu del bien propone a nuestra América con fuerza de lucha esperanzada.
Este breve relato, ¿acaso no es semejante al que vivimos en los días presentes del GOLPE CIVICO-PREFECTURAL en Bolivia? ¿Actores y personajes nefastos financiados por la CIA, ENRON, USAID, NED, Goldberg; el asaltante Jairo Vanegas, algunos empresarios, dirigentes cívicos bajo la dirección de Marinkovic, los psicópatas de Conalde, los sicarios de Fernández y los paramilitares terroristas de la unión juvenil cruceñista, pandista, tarijeñista, benianista, colaborados por las cadenas de comunicación?
Pensando en ti Salvador Allende, siempre presente en los eventos de la historia, mirando a nuestro Evo con un propósito heroico similar al tuyo, cargada el alma de sentimiento puro, de afecto y de mañana, gritamos contigo persistentes: ¡Vive Salvador Allende en tu eternidad sublime!
Escribió Pablo Neruda en Pando y Beni: “Para el verdugo que mandó esta muerte, pido castigo, Para el que dio la orden de agonía, pido castigo. Para los que defendieron este crimen, pido castigo. No quiero que me den la mano empapada con nuestra sangre. Pido castigo”

GASTÓN CORNEJO BASCOPÉ
SENADOR DEL MOVIMIENTO AL SOCIALISMO
11 de septiembre 2008

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