¡Qué puedo decir de Lautaro Labbé*!
Qué no podre acompañarlo, en
esta despedida, porque los quehaceres del destino me encuentran fuera de
Santiago. Pero, y lo que es más importante, tener en la memoria su presencia inquebrantable
en la lucha contra la dictadura, donde compartimos juntos a otros compañeros y
compañeras la pasión por una sociedad libre, justa y solidaria que llamamos
socialismo.
¡Qué puedo decir de Lautaro! Qué no se vendió por dos y más monedas
verdes que llevan muchos ceros y por eso
nos llaman fracasados, como señalas en tu libro autobiográfico “Una vida, memorias
de un fracasado”. Su arte colectivo se plasma en ese concepto Andinoamericano
que es la columna vertebral de Nuestra América.
¡Qué puedo decir de Lautaro¡ Qué llevo su creación colectiva junto a
varias decenas de estudiantes jóvenes universitarios chilenos que venían de allende los andes al Cerro Rico
de Potosí un año 1992, mes de octubre, cuando decíamos NO A LOS 500 AÑOS DEL ECUBRIMIENTO
Y ETNOCIDIO DE AMÉRICA. Nos encontramos ahí con jóvenes bolivianos y potosinos
que nos reciben con el amor incondicional de su historia, también nos acompañan
brasileños, europeos, argentinos de las diferentes provincias unidas del río de
la plata: Misiones, Jujuy, Entre Ríos, Santa Fe, Mendoza, Córdoba, Tucumán,
Buenos Aires, Neuquén, Salta, Río Negro, etc. y por cierto de la tierra
Uruguaya de Artigas. En ese andar estaba Lautaro, junto a tres valientes Madres
de Plaza de Mayo que nos acompañaron a escalar el CERRO RICO de Potosí, donde plantamos
la Whipala, junto a otras banderas de Nuestra América.
¡Qué puedo decir de Lautaro! Qué en ese encuentro en el Paraninfo
Universitario de la Universidad Tomás Frías de Potosí celebramos la Primera Conferencia de los Pueblos por su Descolonización
y la paz. En medio del público se encontraba, recuerdo, un dirigente
cocalero, Evo Morales del Chapare, que planteaba la necesidad de un tribunal de
justicia de los pueblos por el ataque brutal a la madre tierra del sistema
mundo capitalista; idea fuerza que se articulaba con el concepto Andinoamericano.
¡Qué puedo decir de Lautaro! Qué en 1993 viaja a Santa Catarina,
Brasil; donde vuelven a reencontrarse algunos de los participantes de Potosí 92.
Llega la democracia a Chile, pero en realidad nada cambia, el tirano continua
siendo el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, la Constitución hecha a
cuatro paredes en 1980 por el tirano, es el marco institucional. Somos unos
fracasados.
¡Qué puedo decir de Lautaro! Qué nos encontramos en el año 2000,
terminando el milenio y comenzando el nuevo, en el mismo vuelo de Lufthansa; el
viaja a Frankfurt y otros lugares de Europa a llevar su arte colectivo. En ese
viaje con huinchas de acero conseguidas en Suecia, construye formas escultóricas,
desplegando y armando las huinchas en formas distintas, involucrando la
participación de las personas y definiendo de esta forma su idea del arte
colectivo o acción de arte.
¡Qué puedo decir de Lautaro! Un verano de 2008, almorzamos, me muestra
y regala su libro autobiográfico: Una vida, memorias de un fracasado. En el
prólogo del libro se autodenomina como “Magíster en Fracasología Existencial”, y continúa “fracase usted, o de cómo evitar
el éxito en la vida”. El fracaso, según Lautaro Labbé, es haber sido siempre
“consecuente consigo mismo”. En el libro cuenta que cuando cumplió 50, un
hermano, que apoyaba a los militares durante la dictadura, le sacó en cara: “A
los 50 años sigues pensando las mismas cosas que a los 14 años. ¡Eres un
fracasado, un inmaduro y un niño!”.
Pienso al igual que Lautaro,
que el éxito es la plena realización del
ser, que la sociedad capitalista lo considera un fracaso. En cambio el más absoluto fracaso qué es la pérdida de sí mismo y la absoluta alienación,
es considerada por esa misma sociedad como un éxito.
Te vuelvo a repetir hoy
compañero y camarada como ese día: el éxito no existe, el fracaso nuestro es
atrevernos a vivir plenamente.
Hasta siempre compañero,
camarada y hermano
Salvador, economista
libertario
* Lautaro Labbé, escultor.
Director del Museo de Arte Contemporáneo (MAC), durante el gobierno de Salvador
Allende.
catedralibreallende@gmail.com
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