El día martes 30 de septiembre, a las 12 hs. fue recibido el vicecanciller de Bolivia, Hugo Fernández Aráoz, por la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, dirigida por su presidente Ruperto Godoy. El funcionario boliviano estuvo acompañado por el subsecretario de Política Latinoamericana Agustín Colombo Sierra y por la designada embajadora de Bolivia en Argentina, Leonor Arauco Lemaitre.
Luego de saludar a los visitantes, el diputado Godoy solicitó al Vicecanciller que iniciara la reunión exponiendo sobre la situación actual de Bolivia.
Comenzó su exposición con una detallada referencia a los antecedentes históricos, estructurales y aún geográficos del conflicto. Las división básica de Bolivia entre las tierras altas (Altiplano) y las tierras bajas (Oriente). El poblamiento reciente de Santa Cruz, a partir de los años 50. La emigración de pobladores del altiplano hacia el Oriente y la rivalidad con los grupos autóctonos de indígenas (que no son agricultores; sino recolectores).
Este resentimiento de los pobladores tradicionales de las tierras bajas hacia los recién llegados que demuestran una mayor aptitud para las labores agrícolas y la actividad comercial, refuerza el sentimiento de un pasado de marginalidad frente a las autoridades nacionales, los blancos del altiplano minero, hoy en decadencia.
La oligarquía blanca dominante en el Oriente, ante las perspectivas de la expansión de la actividad petrolera, del gas, la ganadería y agricultura extensivas y pretendiendo controlar sobre todo la renta de los hidrocarburos, explota esas rivalidades para arrimar masa popular a sus posturas políticas.
Abordando los antecedentes más puntuales e inmediatos, recordó que la gestión descaradamente neoliberal del gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada provocó un alzamiento popular y su fuga a Estados Unidos en Octubre de 2003. A raíz del mismo surge un acuerdo denominado “Programa de Octubre”, consistente en la nacionalización de los hidrocarburos, el dictado de una nueva Constitución y la solución del problema de la tierra y de los territorios de las comunidades indígenas[1]. Durante la presidencia de Carlos Mesa sólo se cumplimenta el primero de los puntos, en tanto que realiza concesiones altamente improvisadas, con la intención de ganar base en los diferentes departamentos: elección directa de autoridades departamentales y municipales, asignación de porcentajes de regalías, promesa de restituir la capital a Sucre, etc.
Finalmente se produce la renuncia de Mesa y asunción del Presidente de la Suprema Corte y el llamado a elecciones. Triunfó el MAS (53%) y asumió la presidencia Evo Morales, cuyo principal propósito es dar cumplimiento al Programa de Octubre.
Por primera vez en Bolivia, un gobierno se propone la representación e inclusión en la vida nacional del 65% o más de la población del país, la de origen indígena. El Vicecanciller considera que es un problema básicamente cultural, más que étnico, dado el nivel de mestizaje que se ha producido en el tiempo: “pensar como blanco” vs. “pensar como indio”.
El triunfo del Plebiscito revocatorio por 67.4% de los votos en agosto de este año, acentúa la legitimidad del Presidente Morales y su programa de gobierno..
De la reunión participaron diputados de la Comisión, pertenecientes a todos los sectores políticos con representación parlamentaria.
Al término de su exposición usaron de la palabra varios diputados para manifestar el apoyo pleno de sus respectivos bloques al gobierno constitucional del presidente Evo Morales y su programa transformador de la realidad política, económica y social de Bolivia.
El diputado Macaluse se manifestó en sentido similar y pidió ser disculpado en razón de tener que retirarse con motivo de otra reunión en el Congreso.
Al respecto de una pregunta del diputado Pinedo, sobre cómo se están encarando las negociaciones con la oposición actualmente, Fernández Aráoz detalló que las negociaciones pasan básicamente por tres ejes, que Evo Morales pretende consensuar con los departamentos opositores.
En primer lugar, se trataría de un "pacto fiscal", con el que Morales aspira a instaurar la denominada "renta dignidad", una jubilación de 25 dólares por mes prevista para personas mayores de 60 años, que saldría de las partidas del impuesto a los hidrocarburos.
El "pacto constitucional" que apunta a "compatibilizar la nueva Constitución con los estatutos autónomos" y en tercer lugar un "pacto institucional", que tiene por objetivo terminar con las trabas a las designaciones de jueces o funcionarios, que necesitan la aprobación de una mayoría parlamentaria calificada.
Ante una pregunta de uno de los diputados presentes, respecto de que la multiplicidad de conflictos que atraviesa su país puede originar una mayor atomización del poder indígena, aceptó que dicho problema existe. Pero señaló que sería una realidad preexistente, no creada por la actual coyuntura. Inclusive remarcó su convicción que la diversidad, podría generar el caos; pero que también, manejada correctamente, puede ser salvada con la complementariedad y con un pacto democrático.
Cerrada la ronda de preguntas y manifestaciones de los diputados, el presidente de la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados le entregó a Fernández Aráoz un proyecto de declaración consensuado por todos los bloques que repudia los actos de violencia ocurridos en Bolivia, y ratifica el apoyo argentino al gobierno de Evo Morales y a su soberanía territorial. El Vicecanciller finaliza agradeciendo la solidaridad a todos los representantes del pueblo argentino.
Agradecemos la colaboración de
Mariano Peralta y José Acosta; Profesores de Economía de la Universidad de Buenos Aires.
[1] Los indígenas del altiplano, por ser agricultores, reclaman sobre las “tierras”, los del Oriente, por ser recolectores, reivindican sus “territorios”.
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