lunes, 17 de enero de 2011

El sur del sur también existe

El sur del sur también existe

El conflicto del gas en Punta Arenas, por el alza del precio del gas, en la única zona de Chile de donde se extrae petróleo y gas, deja en evidencia la ausencia de una política de desarrollo regional del gobierno central de Chile y el predominio de los intereses del mercado por sobre los intereses del país y de la región más austral de Chile.

ENAP y CODELCO

La principal empresa multinacional de Magallanes de capital nacional y del estado chileno es la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP) y una de las más importantes del país junto a la Corporación Nacional del Cobre (CODELCO). Hablar de ENAP es sinónimo de Magallanes como decir CODELCO nos trae a la memoria el norte de Chile. Estas dos empresas son un botín a conquistar por el capital privado, cuyo norte es la maximización de beneficios al mínimo costo, objetivo licito en una empresa privada, pero que se contrapone muchas veces a los intereses de la nación y de la sociedad en general. Eso es lo que explica el hecho que en una sociedad democrática, en el sistema político, el voto de una persona equivale a un voto, cualquiera sea el sexo, preferencia sexual de esta, color de piel, nivel de ingreso o clase social. Diferente es la lógica del mercado, en este, las preferencias se revelan por medio del dinero, y los votos son proporcionales a la cantidad de billetes que cada individuo o grupo de individuos posea. Esta lógica es la que predomina “aparentemente” en la psicología del Poder Ejecutivo y de sus brazos ejecutores que son sus ministros.
En el año 1990, el 90% o más de las ventas totales del cobre, las concentraba CODELCO; en la actualidad algo más del 70% de las ventas son de empresas multinacionales de capital extranjero. Esta claro ex post que lo que esta detrás de la enajenación de CODELCO de los últimos 20 años, era el traspaso de las rentas ricardianas o renta de los recursos naturales al capital extranjero multinacional. Esto no es extraño sino que explica entre otros factores, la conquista de América, la guerra del pacífico por la renta salitrera y las guerras del golfo de fines del siglo XX y principios del siglo XXI. Es más, el conflicto entre el estado chileno y el pueblo Mapuche surge por la renta de los recursos hidroeléctricos y forestales y que requieren para su apropiación el desplazamiento de sus habitantes originarios.

La guerra del gas

Entonces surge la pregunta ¿Qué hay detrás del conflicto o guerra del gas en Magallanes? La respuesta parcial a este interrogante es la enajenación de la renta del gas.
¿A beneficio de quién? para dilucidar esto hay que analizar quiénes son los principales demandantes de este recurso en la región. Por un lado se tiene a la población de Magallanes y por el otro a la empresa extranjera Methanex.
La empresa ENAP vende este recurso para consumo domiciliario de las familias magallánicas un promedio diario de 700 mil metros cúbicos. Por otro lado la firma extranjera Methanex recibe diariamente más de 1.600.000 metros cúbicos de gas por parte de ENAP a un precio inferior que el que pagan las familias magallánicas. El hidrocarburo es transformado a metanol, y posteriormente, vendido para ser utilizado como combustible de aviones.
De aquí surge otra interrogante ¿Quién controla a ENAP y autoriza esta política de discriminación de precios? La respuesta es clara, el Gobierno y Estado chileno, que actúa en beneficio de Methanex y en perjuicio de la población que hace historia en el sur del sur de Chile.
El siguiente paso de esta historia y siguiendo la lógica del mercado y no la de los intereses geopolíticos del país, de la nación, y de la región más austral de Chile: es la enajenación de ENAP o Privatización. Para esto el camino a seguir es trivial, señalar que es deficitaria e ineficiente como se hizo en la historia reciente de Chile y América Latina para justificar la privatización de un activo rentable, obviamente, no sin antes sanear sus pasivos o deudas de las que se hace cargo el estado ineficiente.
¿Quienes son los favorecidos de este negocio, para llamar a las cosas por su nombre? Nuevamente la respuesta es trivial, ¡El capital extranjero! ¿Y cual empresa? Una empresa de origen canadiense que los magallánicos conocen.

Pero para hacer la operación más “transparente”, y es por eso que el capital evoluciona a lo largo de la historia, lo adecuado es hacerlo a través de capital dividido en acciones que se cotizan en la bolsa y dan origen a las Sociedades Anónimas.

¡Es el mercado!

Esto es el mercado en la realidad y no tiene nada que ver con lo que se enseña en las universidades, donde se supone que son transparentes y competitivos. El hecho de que una empresa sea a su vez la principal demandante de la materia prima que utiliza para la producción y la única oferente del recurso a los consumidores finales se denomina Monopolio bilateral (tanto por el lado de la demanda como de la oferta) donde se apropia de las rentas ricardianas o de los recursos naturales por partida doble. El siguiente paso es entonces privatizar ENAP, para el beneficio de unos pocos donde “aparentemente” para el Poder Ejecutivo sobra la población de Magallanes.
Estas prácticas monopólicas son conocidas por el principal accionista de LAN (las estudio en la universidad como cualesquier estudiante de economía) pues en la década de los 90 las uso para expulsar del espacio aéreo austral a líneas aéreas DAP que cubría la ruta Punta Arenas-Santiago, utilizando precios depredadores contrarios a la libre competencia que se predica pero no se practica.
Esto es el mercado. En los países desarrollados la sociedad y el estado a través de sus representantes le coloca límites. Chile país que esta formalmente en la OECD, ¿Actuará en consecuencia? Lamentablemente la respuesta es ¡No! Lo que demuestra que se puede estar en la OECD pero seguir actuando como país en vías de desarrollo, es decir, se gobierna para los mercados, para las empresas multinacionales, y no para buscar el desarrollo e integración de un país reduciendo sus asimetrías. En los países de la OECD, al contrario, se gobierna para el bienestar de su población, desarrollo e integración del país, donde los mercados y las multinacionales son un medio para ese fin.

Democracia o autocracia

Recordando lo que cantaba el grupo de rock de los años 80, Los Prisioneros, Chile no deja de ser un pueblo al sur de los Estados Unidos o Canadá, que para el caso es lo mismo. Pero el actual gobernante desea aumentar la apuesta y nos quiere retrotraer a la época de la dictadura, amenazando a la población del sur del sur de Chile, que de no cesar la protesta ciudadana, que el lunes cumple ocho días, se les aplicará la ley de seguridad interior del estado, que suena mejor que estado de sitio, el que comprenderá a la Región de Magallanes, Última Esperanza, Tierra del Fuego y Antártica chilena. Esto refleja la nula visión geopolítica del titular del Poder Ejecutivo, que el año pasado envío fuerzas policiales para reprimir en Isla de Pascua, territorio insular chileno ubicado en la Oceanía.
La protesta de Magallanes deja en evidencia la crisis del sistema político chileno, su verticalismo y centralismo. En la actualidad no hay autoridades regionales -intendentes y gobernadores- competentes, pues estos son nombrados por el poder ejecutivo, en vez de ser electos por el voto popular, como corresponde en un régimen democrático representativo. De esta forma se puede observar que los alcaldes, concejales, diputados y senadores electos por el voto popular apoyan la legítima protesta de Magallanes, no es ese el caso de las autoridades regionales designadas sin el voto popular.
El poder ejecutivo en vez de llamar al diálogo y a ampliar la participación de los ciudadanos con más democracia, responde encerrándose en si mismo y negándose al diálogo, desconociendo las legítimas demandas de la ciudadanía de Magallanes, abriendo el camino a la militarización y criminalización de las protestas y al incremento de la represión sobre la población civil.
El terremoto de fines de febrero de 2010 dejo en evidencia muchos problemas que estaban escondidos debajo de la alfombra, la alternativa que esta eligiendo el Poder Ejecutivo, es mirar para otro lado, no escuchar y no dialogar. La protesta de Magallanes es tremendamente positiva, porque están asomando a luz, emergiendo sobre la tierra, problemas que como sociedad tenemos que enfrentar y solucionar para aspirar a una mejor calidad de vida.

Que una de las consignas en Magallanes y en los diferentes lugares de Chile donde se han manifestado los magallánicos haya sido "Piñera atina o nos vamos pa'Argentina", dice mucho. Cuando se plantea esto, es que ¡Nos vamos pa’Argentina como región! La XII Región de Magallanes y de la Antártica Chilena tiene una superficie en la zona continental de 132.033,5 km² y en el Territorio Antártico de 1.250.257,6 km². La superficie de Chile Continental es de 756.096 k km². ¿Por qué se ha llegado a esta situación? lo planteábamos al principio: por el grado de abandono y la ausencia de políticas de desarrollo en una zona rica en recursos naturales, gran atractivo turístico e importancia geopolítica.

Esto contrasta en forma notable con lo que ocurre en el país vecino donde si existe una estrategia de desarrollo para el sur del sur de Argentina. Las ciudades de Río Grande, Ushuaia, Río Gallegos, crecen en términos de su PIB, en términos poblacionales, de infraestructura, etc. Con ellas Magallanes establece una comunicación natural en términos geográficos y un mayor grado de integración social que con el “norte” o Chile del que se encuentran aislado geográficamente.

¡Poder Ejecutivo! que lejos estas de Magallanes y del padre de la patria de Chile, Bernardo O’Higgins, que muere en Lima evocando en sus labios la palabra Magallanes. Que lejos estas de nuestro Fuerte Bulnes que el Presidente y General de la Patria Manuel Bulnes construye en el territorio austral implantando soberanía sobre el Estrecho de Magallanes.

En síntesis, las medidas del Poder ejecutivo dañan la seguridad nacional al castigar duramente al sur del sur de Chile, sus habitantes, su economía y su territorialidad. Los magallánicos y chilenos elegimos la democracia como forma de vida y no la autocracia de los mercados.

JS Cárcamo
Economista y MDN


catedralibreallende@gmail.com

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