¿Cuál es su profesión? Y decías simplemente Poeta. Esa fue tu vida una poesía que escribiste sobre los segundos que transcurrían sobre tu cuerpo, existencia, corazón, pensamiento y sueños. No es fácil vivir como tú lo hiciste. Y lo digo con honestidad, no tengo tu coraje de experimentar sobre mi propio cuerpo las emociones que esta sociedad maldita nos dice permanentemente ¡No! ¡No! ¡No! Pienso y creo no equivocarme fui una de las personas que más te conoció; no solamente porque compartimos juegos de niños, sino también tus delirios de persecución -una vez que dejaste el campo de concentración de tus jóvenes años de estudiante secundario- en el comedor de la abuela mirando en la ventana hacia la calle; la poesía y la guitarra de mis sueños de influencia nerudiana, también la resistencia y militancia clandestina, la complicidad de la edición subterránea de Dawson, la confianza de tus amores, profesora básica o educadora diferencial, la angustia de escapar de los esbirros del dictador, que torturaban y asesinaban y que hoy gobiernan Chile. Si eras demasiado sensible para seguir viviendo. ¿Que hacer? ¿Qué hacer? Cuando me dices estoy mal muy mal cochecho ¿Qué hacer? Tu voz era la voz del que decía ¿ayúdame a superar este momento? Y lo superaste como ninguno de nosotros es capaz de hacerlo, en la soledad de la inmensidad del puerto; en la soledad de escapar sin deudas, como diciéndonos padre perdona sus deudas como yo perdone a mis deudores. ¡Si! Porque entregaste todos tus bienes, libros, cuadernos, apuntes, fotos, ropa; ¡entregaste todo! Bienes que no son bienes en esta sociedad maldita; te entregaste a vos mismo. Esos eran tus bienes, pensamiento y emociones, papeles o servilletas, cuadernos con notas de vida y poesía. Suena el teléfono y una voz de mujer se escucha y exclama: ¡Está Aristóteles España! Yo digo, ¡No está! Ella me dice: dile que lo llamo de parte de, alma, aurora, libertad, victoria, soledad, paloma, esperanza, anarquía, lo esperamos en un lugar donde sólo entran los poetas ausentes que hoy resucitan en los jóvenes de Chile que protestan, ¡Si! Protestan, por una sociedad diferente de la sociedad maldita que dejo el dictador. ¿Y como te llamas tu? Simplemente utopía.
catedralibreallende@gmail.com
jueves, 4 de agosto de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Dices bien José, dices justicia, porque yo no lo comprendí, me aleje de él por años. Pero ante todo poeta, y vivirá siempre en su poesía.
Angela
Publicar un comentario