Argentina, cuesta abajo en su rodada
(Nota escrita desde Santiago de Chile)
Nuevamente el país trasandino sumido en una crisis de
endeudamiento. En sólo dos años y medio la deuda externa se
incrementó en más de 100.000 millones de dólares, superando
largamente a los ciclos de endeudamiento de la dictadura (1976-1983)
y de la convertibilidad (1991-2001).
La bicicleta financiera (carry trade)
Después de una pausa de 12 años durante el gobierno de los
Kirchner, que redujeron la deuda externa de un 150% del Producto
Bruto Interno (PBI) en el año 2002, a un 40% en el 2015; donde de
ese 40%, un 12,5% era en dólares y el 27,5% restante en pesos. El 10
de diciembre de 2015 se inicia un compulsivo ciclo de endeudamiento y
saqueo de la patria celeste y blanca, semejante al de un gato que
estuvo mucho tiempo mirando una vitrina llena de pescados y se le
levanta la persiana.
El “deporte” preferido de la plutocracia financiera y sus socios
o lobbistas en Argentina, es la “bicicleta financiera” o carry
trade, instalada en Argentina durante la dictadura cívico militar.
Para eso una de las primeras medidas que adopta el actual gobierno es
la apertura financiera y comercial, sin ningún tipo de control al
ingreso y salida de capitales de corto y largo plazo, eliminándose,
además, la obligación de liquidar en el mercado de cambios, las
divisas ingresadas al país producto de las exportaciones; es decir,
una desregulación financiera irrestricta que es acompañada con
endeudamiento externo, mayoritariamente del sector público.
Para jugar a la “bicicleta financiera” hay que tener dólares y
éstos los tiene la banca extranjera así también como sus gerentes,
actualmente ministros, y los exportadores. El carry trade consiste
en:
i) El especulador financiero ingresa desde el exterior dólares
(moneda que se considera fuerte en Argentina). ii) Los cambia por
pesos argentinos (que en Argentina se considera una moneda débil).
iii) Con esos pesos argentinos se compran Letras del Banco Central
(LEBAC) u otros instrumentos financieros, que pagan un interés en
pesos que ha fluctuado entre el 30% al 47%, entre los años 2016 a la
fecha. iv) A su vencimiento, las LEBAC se venden recuperando los
pesos invertidos más los intereses ganados. v) Con esos pesos se
compra un 25% más de dólares que los ingresados (resultado de la
diferencia entre la tasa de interés y la tasa de devaluación del
peso) que se fugan del país. Para garantizar este “deporte”
conocido como la “bicicleta financiera” en el país trasandino,
los CEO (gerentes ejecutivos) de los bancos comerciales
internacionales, de las multinacionales y del Fondo Monetario
Internacional (FMI), se hicieron cargo de la administración del
estado argentino, es decir, el gato cuidando la pescadería.
Recuerdos del futuro
Apenas iniciado este gobierno, residentes en Argentina y en el
exterior, me preguntaron: ¿Cuál es la mejor Inversión en Argentina
ahora? Les señalé: - ¡La especulativa financiera de corto plazo!
Con lo que volvieron a consultarme el ¿Por qué?. Respondí
“Gobiernan los hijos y nietos, de la denominada patria financiera,
contratista y la oligarquía argentina, acostumbrados a vivir de
rentas y no del trabajo”.
Durante los dos últimos años y medio ingresaron a la Argentina,
dólares o capitales de corto plazo, atraídos por las altas tasas de
interés que se transforman en pesos, para comprar LEBAC, por la que
se obtienen (en un plazo inferior a un año) los pesos iniciales
“invertidos” más los intereses ganados. De esta forma los
especuladores financieros y sus socios locales que manejan la
política económica, compran más dólares que los ingresados,
fugándolos después a sus guaridas offshore situadas en Panamá,
Islas Caimán e incluso, Estados Unidos, donde por ejemplo el ex
Secretario de Hacienda, ex Ministro de Finanzas, y actual presidente
del Banco Central del gobierno argentino, el economista Luis Caputo,
tiene en Miami -en la torre del JP Morgan de la calle Brickell 1450
en el piso 14- la oficina de su offshore “Noctua”. Este
funcionario se desempeñó como jefe de Trading para América Latina
del JP Morgan; y de Europa del Este y América Latina en el Deutsche
Bank.
Para garantizar este negocio o saqueo, era necesario disponer
durante estos dos años y medio de un flujo continuo de dólares para
fugar del país, y éstos los provee el Estado argentino mediante el
endeudamiento. Lo que sorprende es su magnitud, carácter compulsivo
y rapidez “como si el mundo se fuera a acabar”, pues en términos
absolutos la nueva deuda supera en varias veces a la que
contrajo la dictadura cívico militar en 7 años, y a la contraída
durante la convertibilidad en una década.
Otra de la medidas de este gobierno administrado por especuladores
rentistas y usureros profesionales, fue desfinanciar al Estado por
medio de la disminución de ingresos por impuestos: se eliminaron las
retenciones a las exportaciones de trigo, maíz y a la minería entre
otros; se redujo las retenciones a las exportaciones de soja
transgénica. Frente a la falta de ingresos para financiar el gasto
público corriente, el Estado argentino se “inserta al mundo”
endeudándose en dólares, con la consiguiente pérdida de
autodeterminación y soberanía. Los Estados Nacionales soberanos
financian su gasto público corriente por medio de impuestos y la
moneda nacional emitida por su Banco Central, lo que tiene un costo
financiero menor. Pero el objetivo de los que gobiernan la Argentina
no es la construcción de un Estado Nación soberano sino al
contrario, endeudar al Estado para su enriquecimiento personal
alimentando la “bicicleta financiera”. Es así como los
trasandinos se convierten en la economía emergente con mayor emisión
de deuda soberana, de acuerdo a la agencia estadounidense Bloomberg.
De enero de 2016 a diciembre de 2017 se emitió deuda por 132.969
millones de dólares, superando a China que se ubica en segundo
lugar. En ese periodo la fuga de capitales ascendió a más 82.000
millones de dólares. La diferencia son las reservas internacionales
resultado del endeudamiento y no de las exportaciones, dado que los
exportadores no las liquidan para especular evaluando una mayor o
menor devaluación de la moneda argentina con respecto a la tasa de
interés.
Christine Lagarde, Directora General del FMI |
Argentina cae al Fondo
Decía el presidente Mauricio Macri en una entrevista concedida el
24 de abril de este año al diario el Mercurio de Chile: "Argentina
es un país que está en una evolución tal vez como nunca antes en
su historia. Creemos que vamos a crecer sobre el 3% y vamos a tener
una inflación más baja que el año pasado. La meta es más cerca
del 15%, a pesar de la sequía”, y prosigue: “insisto: la
Argentina después de años de estancamiento, años de alta inflación
aún reprimida, un default con el mundo, ha logrado reencauzarse
sincerando la economía, abriéndose diligentemente al mundo de forma
paulatina, empezando a recibir inversiones extranjeras importantes”.
Lo interesante del relato neoliberal es que la inflación del año
2016 y del 2017 fue superior a la de los gobiernos de los Kirchner y
la del 2018 va a estar muy por sobre el 15% vaticinado por el
presidente argentino. La inflación acumulada desde que asumió Macri
a mayo de 2018, es de un 100%. Por el lado del ingreso por
habitante, el del año 2017 fue inferior al del año 2011, y el del
2018 se espera sea aún menor. El retorno al mundo al parecer “por
la sequía” fue solicitar un crédito stand by al FMI, un tipo de
préstamo que hoy pocos países usan, por las condiciones leoninas
que impone el organismo internacional al país deudor. En la
actualidad sólo tres países han contraído ese crédito: Irak,
Kenia y Jamaica, al cual se suma ahora Argentina. La inversión
extranjera, “prédica religiosa” permanente de los últimos dos
años y medio, no llegó. Sólo la inversión especulativa de corto
plazo que se transforma en fuga de capitales estimulada por la
“bicicleta financiera”, constituida en política de Estado. Lo
anterior condujo a la insolvencia externa con un déficit de la
cuenta corriente de la balanza de pagos de más de un 5% del PBI.
Las LEBACs, instrumento financiero que se desnaturalizo para
practicar la “bicicleta financiera”, supera en monto, a todos los
billetes y monedas argentinos en circulación o Base Monetaria. Toda
la burbuja anterior, generada para el enriquecimiento de unos pocos
-que tienen su patrimonio o ahorro en el exterior y paraísos
fiscales- a costa del empobrecimiento del pueblo argentino, terminó
más temprano de lo previsto. El Estado argentino y sus
administradores actuales tuvieron que recurrir al FMI como
prestamista de última instancia, solicitando un crédito de 50.000
millones de dólares, para satisfacer la demanda de divisas de la
economía argentina de aquí a 36 meses. Con este salvavidas de deuda
y dependencia se busca ganar tiempo y la reelección del actual
presidente aunque acompañado de un ajuste de las cuentas públicas.
Es decir, reduciendo el gasto primario del Estado, para generar un
superávit primario equivalente al crecimiento al pago de los
intereses de la deuda y la reducción del déficit externo, junto al
desmantelamiento de la ANSES (Administración Nacional de la
Seguridad Social) a través de la liquidación del fondo de garantía
de sustentabilidad (FGS), para crear las condiciones de retorno del
sistema jubilatorio privado.
El Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) está compuesto por
activos financieros que se utilizan para financiar el sistema
previsional, y sus recursos se han utilizado para invertir en LEBACS,
para lo que se contrató innecesariamente al fondo de inversión
Axis. Éste está a su vez, vinculado al ex Ministro y actual
presidente del Banco Central, Luis Caputo.
El 8 de mayo, el presidente argentino anunció nuevamente la caída
de Argentina al Fondo, señalando que “frente a esta nueva
situación internacional, y de manera preventiva, he decidido iniciar
conversaciones con el FMI para que nos otorgue una línea de apoyo
financiero”. El jueves 14 de junio Argentina y el FMI acordaron un
crédito stand-by con una duración de 36 meses por U$S 50.000
millones, que representa el mil cien diez por ciento (1.110%) de la
cuota de Argentina como socio del organismo de crédito multilateral.
Este acuerdo establece: i) Una reducción de los subsidios de energía
y el transporte como la revisión del sistema de tarifas sociales;
ii) una reducción del empleo público y el congelamiento de nuevas
contrataciones; iii) postergar los proyectos de obra pública; iv)
reducción de impuestos distorsivos y transferencias a las
provincias; v) Subasta de divisas que hará el Banco Central a los
bancos, comprometiéndose a no reducir la tasa de interés sin
consultar antes al staff del FMI; vi) El gobierno tiene que informar
diariamente al FMI los datos del mercado financiero.
El monto que otorgará el FMI entre el 20 de junio de 2018 y el 15
de junio de 2021, será de 50.000 millones de dólares: 15.000
millones de dólares se entregaron el 20 de junio, 14.600 millones de
aquí a septiembre de 2019; los 20.4000 millones restantes los
recibirá el futuro gobierno. El pasado jueves 21 de junio el Banco
Central vendió 100 millones de dólares en la primera subasta de
divisas que instruyó el Ministerio de Hacienda con parte del primer
desembolso financiero del FMI. Estas subastas serán diarias y se
extenderán durante 75 días seguidos, financiando de esta manera, la
bicicleta financiera con el ajuste fiscal y al pueblo argentino.
Argentina cambalache diría Discépolo. Ayer caminando por calle
corrientes se me cruza un gato en la oscuridad, y pienso en EVA
ARGENTINA en cuya alma una lágrima hay.
José Salvador Cárcamo. Economista
catedralibreallende@gmail.com
2 comentarios:
Bueno Pepe,
Sinceramente, considero que todos los estudios son necesarios para comprender la naturaleza de los movimientos que hacen a nuestras vidas. Sobre economía, pero sobre antroplogía, biología, resistencia de materiales, sobre cuantía de las materias primas, en fin, sobre todo. Esta descripción es útil.
En lo que hace a la necesidad de superar esta situación actual, sin embargo, debemos precisar los objetivos y la situación política. En ese sentido, creo que hay que hacer conclusiones y procurar la movilización de la gente, a partir de la comprensión de los estudios que se hacen. He difundido lo que considero el corazón de lo que has escrito, para garantizar en lo posible la difusión. Pero lo usaré para promover la coordinación de todas las fuerzas políticas, inmersas estúpidamente en puñaladas traperas pensando que tienen la verdad absoluta. El sectarismo es una de las plagas de Egypto.
Te escribiré. Un besoabrazo. Ernesto 15M.
Esta todo muy clarito no se equivocan es un frio programa para destruir al pais o dejarlo libre de personas vulnerables
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