Héctor Timerman |
Héctor y Pablo
30 de diciembre de 2018, Héctor Timerman nos deja, afectado de un
cáncer. Aceleraron su partida la crueldad y codicia de los capitales
buitres, y de sus servidores que hoy gobiernan Argentina, al
impedirle viajar a Estados Unidos a continuar su tratamiento. Nunca
perdonaron los enemigos de su Patria, el coraje de defender la
soberanía de su pueblo en Naciones Unidas. En esa oportunidad,
septiembre de 2014, consiguió con su habilidad diplomática, siendo
Ministro de Relaciones exteriores, una resolución del Consejo de
Derechos Humanos de Naciones Unidas que “condena a los fondos
buitres y ordena realizar una investigación sobre sus actividades y
sus consecuencias”. Fiel a su amor a la Patria, continúa, por
indicaciones del gobierno argentino de aquel entonces, la ofensiva
diplomática contra los fondos buitres, logrando en septiembre de
2015 que la Organización de Naciones Unidas en pleno, apruebe una
resolución que establece “nueve principios para la
reestructuración de deudas soberanas”, iniciativa impulsada por la
Argentina. El texto presentado por Sudáfrica en nombre del G-77 y
China fue aprobado por 136 votos a favor, seis en contra (Estados
Unidos, el Reino Unido, Alemania, Canadá, Japón e Israel) y 41
abstenciones. Esta victoria diplomática, inédita en la historia
financiera mundial, conduce a profundizar aún más una política de
nuevos golpes de estado iniciada en Honduras en el 2009. Política en
la que confluyen el Departamento de Estado, el Sistema Financiero
Internacional y los medios concentrados de comunicación, es decir,
se articulan los mecanismos de la fuerza represiva garante del orden
capitalista, la persuasión de comprar voluntades políticas y
vasallos locales, junto con la desinformación y la mentira.
El 10 de diciembre de 2015 llegan al gobierno argentino los vasallos
de los buitres y el capital financiero que compraron por centavos de
dólares los bonos de la deuda argentina. Ya en el poder, los
vasallos pagan a sus señores rentabilidades cercanas al 2000 por
ciento. Argentina retorna así a la dependencia y su pueblo a la
miseria planificada. Vuelve la represión de las fuerzas de seguridad
contra lo que consideran su enemigo interno: el Pueblo Trabajador y
los Patriotas que extendieron derechos después del argentinazo del
2001.
La muerte de Héctor Timerman, al igual que la de Pablo Neruda, por
cáncer, fue ACELERADA. Todos, tarde o temprano, vamos a morir. En
febrero de 1973, por razones de salud el poeta renuncia a su cargo de
embajador en Francia. El 11 de septiembre se produce el golpe cívico
militar en Chile, y la salud de Neruda se agrava. El 19 es trasladado
de urgencia desde su casa de Isla Negra a una clínica en Santiago,
donde muere el 23. En el año 2011 de acuerdo a declaraciones del
asistente del poeta, éste habría sido asesinado en la clínica por
medio de una inyección letal.
Cáncer o asesinato, cáncer o negar seguir un tratamiento. En ambos
casos Héctor y Pablo son víctimas del capital financiero y sus
vasallos locales. Víctimas de la codicia de unos pocos que disfrutan
de la miseria colectiva. ¡Cuánta razón tenía Tomas Moro en
Utopía!
María Beatriz
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